F.C. BARCELONA: NO ES LUGAR PARA JÓVENES, DEULOFEU.

Deulofeu, levántate y anda... Vete a Sevilla.

"El caso Deulofeu es una decisión personal. Para su progresión es mejor una cesión de alto nivel. No iba a tener minutos." Luis Enrique explicaba así la no tan sorprendente decisión de enviar a Deulofeu a Sevilla. 

Tras salirse en Segunda con 18 goles en la temporada 12/13 el año pasado fue cedido al Everton, le costó entrar en el equipo y tampoco le ayudaron las lesiones. Resultado tres goles en 29 partidos. Pero los ingleses querían renovar la cesión por un año más. Ya aclimatado, conociendo el club y al entrenador no parecía una mala opción. Pero el Barça lo recuperó.

Realmente toda la operación tuvo un tinte preventivo ante la imposibilidad inicial del F.C. Barcelona de fichar durante este mercado de verano por la sanción de la FIFA. Él y Rafinha aparecían en el horizonte como dos incorporaciones dignas (Y bastante propagandísticas "recuperando" la cantera como seña de identidad, algo ya perdido) para pasar el mal trago y airear algo la plantilla. Preventivo y sin convicción.

Jugar con regularidad en la posición de delantero en el Barça es imposible para un joven. Tello se cansó este año y ha salido rumbo a Oporto. Antes que él Pedro le ganó la partida a Bojan y consiguió la única plaza libre y desde entonces el todavía joven Krkic vaga sin rumbo por las ligas europeas. Deulofeu estaba abocado al banquillo y más con la incorporación de Luis Suárez. Los tres cracks y el canario campeón de todo son una barrera infranqueable. No es un lugar para jóvenes.

Deulofeu es un buen jugador con muchas virtudes y algunos defectos. Puede que defienda poco o que sea demasiado individualista. En cualquier caso todo proviene de su aprendizaje durante años en la cantera y de su superioridad en todas las categorías en las que había jugador hasta llegar a la élite. Ha sido educado como un crack y no va a renunciar de un día para otro a su condición y menos si también se renuncia a intentar enseñarlo. Entre todos la mataron...

Esos defectos, que en cualquier caso son superados por sus virtudes, han sido utilizados como excusas para forzar su salida. Luis Enrique durante toda la pretemporada ha colectivizado los errores (O quitado importancia como en el caso del cometido por Claudio Bravo ante el Nápoles) y repartiendo elogios individuales. Excepto en el caso de Deulofeu. En el partido contra el Recreativo revolucionó a un equipo plano y sin ninguna chispa y se le escatimó un mínimo reconocimiento. En el resto ni siquiera se le premió con una titularidad y fue señalado explícitamente por el entrenador por su poca implicación defensiva. Todo estaba  (mal) planificado.

Nunca se debió recuperar a Deulofeu esta temporada. Con sanción o sin ella. Se le ha sacado de un club que ya conocía y en el que podía rendir al 100% desde el inicio, se le ha escatimado una pretemporada con su nuevo club y en Sevilla partirá en inferioridad de condiciones respecto a sus compañeros y además ha recibido durante estas semanas un castigo innecesario.

Aún así el futuro del Barça pasa a medio plazo por Deulofeu, por Rafinha (Que también tendrá una buena razón de banquillo) o por Denis Suárez. Si alguien se atreve, claro.